Saturday, June 28, 2025

La Guitarra Tomada en Serio

¿Por qué todo guitarrista debería aprender a leer partituras? 

Si tocas guitarra —ya sea rock, jazz, clásica o música popular—, es probable que hayas llegado lejos con tablaturas, vídeos tutoriales en YouTube o de oído. Pero ¿qué pasaría si te dijera que dominar la lectura de partituras puede ser el salto de calidad que tu técnica y creatividad necesitan? 

1. Libertad musical sin límites

Las tablaturas te dicen dónde poner los dedos; las partituras te dicen qué estás tocando (notas, ritmos, dinámicas). Aprender a leer música te permite: 

-Acceder a un universo más amplio: desde piezas clásicas hasta arreglos de jazz complejos que no siempre tienen tabs.

-Comunicarte con otros músicos: en una banda o sesión de estudio, el lenguaje universal es la partitura.

2. Mejor técnica y comprensión

Leer partituras no es solo para clásicos. Hasta guitarristas como Jimi Hendrix, Pat Metheny o Eric Clapton tienen formación teórica.

Beneficios:  

-Entiendes la estructura de lo que tocas: las escalas, acordes y progresiones dejan de ser patrones para convertirse en ideas conscientes.

-Desarrollas el oído: asociar notas escritas con sonidos agudiza tu percepción musical.

3. Profesionalismo y oportunidades

Si sueñas con tocar en orquestas, grabar para otros artistas o enseñar, la lectura es indispensable. 

Muchas audiciones exigen:

-Soltura para interpretar piezas a primera vista.

-Capacidad de analizar partituras propias o ajenas.

4. ¿Por qué aprender en una escuela?

Aunque internet está lleno de recursos, una escuela o academia ofrece:  

-Métodos estructurados: evita los vacíos teóricos que luego limitan tu progreso.  

-Feedback de profesores: corregir malos hábitos (postura, ritmo, digitación) es clave.  

-Networking: tocar con otros músicos acelera tu aprendizaje.  

Conclusión: Invierte en tu arte

Leer partituras no es ni aburrido ni anticuado; es una herramienta que te hará más versátil, preciso y musicalmente libre. Después de todo es mejor leer las notas reales de la introducción de Hotel California que aprenderla de tablaturas inciertas. Si quieres tomar en serio lo que haces con tu guitarra —sea cual sea tu estilo—, considera matricularte en una escuela seria. Tu YO futuro te lo agradecerá.

Es cuanto

Messy Blues

Friday, June 27, 2025

¿Tocar la guitarra?

El Hermoso Mundo de la Guitarra

Bueno, tocar la guitarra es un arte maravilloso, y muy gratificante cuando ya se dominan algunos acordes y rasgueos. De hecho cuando uno se vuelve prisionero de la guitarra se le olvida todo lo demás. Despiertas, comes y duermes pensando en la guitarra y te le pegas a todo aquel que sepa un poco, al menos un poco, de guitarra. Incluso llegamos al exceso de ir al coro de la iglesia local para ver si alguien se apiada a enseñarte un poco o bien, compras todo lo que se pueda comprar al alcance de tu bolsillo que contenga esos mágicos acordes (pisadas) de guitarra, de tan bendito instrumento.

Pero más allá de si tu guitarra es acústica o eléctrica, el precio que hay que pagar, pagues cuota de aprendizaje o no, es altísimo. Si no pagas clases porque alguien mas te enseña vas a tener que aguantarle a quien te enseñe todos sus excesos, especialmente si es una persona vanidosa y voluble. Si pagas clases es igual de sacrificado en algunos casos porque muchos instructores -conste no todos- no saben tampoco la gran cosa y te hacen corregir y corregir posturas y formas de agarrar la guitarra al grado de que terminas convertido en un contorsionista-aprendiz de guitarra.

Y no he mencionado el sufrimiento de las manos. Al principio te salen callos, te llegan a sangrar los dedos y se te entumen las manos cuando comienzas a tocar Cejillas (el dedo índice sobre las seis cuerdas) y, después de algunas semanas de sufrir con eso, logras tocar tu primera canción ante los vítores de tus amigos, tíos, primos y primas y lambiscones varios pero cuando aparece un músico un poco mas experimentado te dirá cosas como Ay no manches, suena del carajo!!! o igual te dirá Suenas como el coro de la iglesia. Bueno, sonar como estar en un coro ya es, si no bueno, sí es ganancia. Al menos tocarás mejor que un mes antes, ¿cierto?.

El punto es que hoy en día hay pocos que quieran enseñarte -sin cobrarte- y muchas veces uno no cuenta con dinero para ello. Si hay mocosos consentidos que sus mamis o papis les compran todo, también habemos unos que nos cuesta trabajo conseguir lo necesario y pues es aquí donde este blog intenta ser útil.

Ya que solo se han quedado los que medio tocan o no tocan nada, pero quieren hacerlo, procedamos a los consejos previos:

Compra una guitarra acústica, ni tan barata que no se pueda tocar ni tan cara que te deje sin comer por meses. Una buena guitarra que no haga ruidos indebidos estará bien.

La mejor idea es ingresar a una escuela de música. No se puede ser dentista si no vas a la universidad y en la música sucede lo mismo, debes estudiar sobre este arte. Sin embargo a veces es complicado y asumamos que, en este punto, quieres conocer un poco más del instrumento. Así que continuemos.

Aprende a afinar tu guitarra, será lo primero que debas hacer. Existen afinadores de silbato que venden en las ferreterías y tus cuerdas deberán quedar universalmente como: Sexta en Mí, Quinta en La, Cuarta en Re, Tercera en Dol, Segunda en Si y Primera otra vez en Mí pero ocho notas arriba del Mi central.

Ponte a digitar. La digitación es básica y primordial para tocar correctamente.

Evita en lo posible los cancioneros populares de guitarra fácil. Los odio. Generalmente están llenos de errores y malas transcripciones.

Practica tus rasgueos. Escucha guitarrista profesionales y fíjate en medida de lo posible en sus rasgueos. No te conformes con la idea de Así suena bien, eso es lo peor que pueda pasarte. Trata de aprender cosas nuevas.

Ten muchísima paciencia y principalmente ten muchísima paciencia contigo mismo. La autoestima es importante y acepta que estás tratando de cultivar un arte que merece respeto y que te merece respeto a ti.

Cuida tu guitarra. Tu guitarra es tu amiga, tu compañera, tu todo, y no se puede cuidar sola. Cuídala mucho, afloja las cuerdas de vez en cuando (o siempre, si es acústica), mantenla limpia y alejada de la humedad o calor excesivos y procura practicar a solas o al menos sin molestar a nadie en casa. No tienes idea de lo irritante que es para mucha gente estar escuchando a un principiante y, si bien no es tu culpa, reconozcamos que los demás merecen espacio.

Te sugiero también escuchar muchísimo jazz, luego muchísimo blues, después rock clásico y Heavy Metal (mas abajo doy sugerencias) pero no desdeñes otros estilos como el bolero, el huapango, la música regional, la trova y otros estilos mas de los que también aprenderás muchísimo.

Ok, casi termino. Te daré algunas sugerencias para que aprecies el modo de tocar de algunos guitarristas como: Joe Satriani, George Harrison, George Benson, Wes Montgomery, Santo & Johnny Farina, Andrés Segovia, Paco de Lucía, John McLaughlin, John Williams, Al Di Meola, Carlos Santana, Dave Murray, Pete Townshend, Eric Clapton, Yngwie Malmsteen, Tommy Tutone, Mark Knopfler, Jimi Hendrix, Peter Green, Jeff Beck, David Gilmour, Brian May, Don Felder y Javier Bátiz entre muchísimos otros.

En fin, reciban todos un saludo y suerte con el comienzo. Bienvenidos al mundo fantástico de la guitarra :)

Messy Blues

Thursday, June 26, 2025

Acerca de los egos (Cuantos dedos ocupas para tocar?)

No hace mucho me tocó ver una bizarra alegata entre dos colegas respecto a un tercer colega que, según uno de ellos, era al mejor guitarrista de esta ciudad en la que ando de visita en tanto su interlocutor alegaba que no era cierto, que solo era espectacular pero poco más. Más adelante me atreví a intervenir y pregunté por qué aquel colega, que yo desconocía en ese momento, era tan supuestamente bueno a lo que su defensor me dijo que utilizaba la técnica de ocho dedos.

Antes de que algunos de mis amables lectores suelte sonora carcajada por tal expresión debo aclarar que dicha técnica existe y es muy socorrida entre guitarristas de Heavy Metal y la invención de dicha técnica podría atribuirse a Eddie Van Halen en los años ochenta aunque bien podríamos considerar otros precursores como Steve Vai y Joe Satriani por mencionar solo a dos de los mas conocidos pero sería pecado dejar fuera a muchos otros como el propio Brian May, de Queen, entre muchos otros guitarristas de la época (incluso el actor Christopher Guest -Nigel Tufnel- la llegó a aplicar en algunas canciones del ficticio grupo Spinal Tap en su película de 1984). Otros héroes de los "ocho dedos" son Kirk Hammet de Metallica y Marty Friedman ex Megadeth.

La técnica de ocho dedos es un tanto menos pretensiosa de lo que su ridículo nombre le hace parecer ya que se trata de tocar la guitarra usando la técnica Tapping que no es otra cosa que crear una armonía con la mano derecha (izquierda si eres zurdo) en equipo con la izquierda (derecha si eres zurdo) sobre un arpegio iniciado de lado izquierdo y cubrir una escala abierta a partir de un punto en el diapasón para concluirlo un tanto mas allá en el lado derecho valiéndose del sonido que arroja el Tapping. Si esto se combina y se cubre la misma escala en dos partes diferentes de la guitarra utilizando ambas manos pues los resultados son igualmente espectaculares. Esto requiere cierta práctica y ensayo pero no es algo que cualquier chaval sin quehacer no logre en el término de un mes si se propone pegarse a esto. Lo práctico de usar la técnica es que puedes vender ese circo como Show, lo malo es que personalmente no creo que sirva para maldita la cosa, a menos que hagas tu concepto personal, muy personal, para tocar ante un público dispuesto aplaudirte y venerarte pero que por obligación sepa de guitarras -o en caso contrario sea una partida de idiotas-, de otro modo no creo que este tipo de guitarristas vayan mas allá de un estadio lleno de músicos primordialmente porque el público global, el que paga el pollo y el pan, es gente que espera que toques para ellos, no para ti mismo.

Total. Como no me gusta arrojar juicio sin atestiguar lo que me dicen, esperé a ver tocar a tal virtuoso, cosa que hice sin decir nada y al final esperé a que concluyera su show. Cierto, la mar de chavales se le fueron encima para hacerle preguntas y venerarlo pero mucha gente adulta solo miraba la escena de manera divertida, asunto que le hice ver al defensor del virtuoso. En los días siguientes me tomé la molestia de recopilarle a mi amigo algunas canciones tocadas por guitarristas que yo considero de grandes ligas y le hice notar que David Gilmour es peculiarmente diferente en sus discos de solista comparado con sus discos grabados con Pink Floyd y le hice ver también que prefería una canción de Pink Floyd tocada someramente con su escala pentatónica que a un Shredder yendo a 1,000 km/h en una pieza en la que el que mas se divierte es ese virtuoso. Le mostré cosas de The Who y Rolling Stones en las que la guitarra líder casi brilla por su ausencia pero en las que los acordes, armonías y rasgueos determinaban sonidos que han trascendido a su propia historia. Igualmente le enseñé guitarristas como Eric Clapton, Jimi Hendrix, Ritchie Blackmore, Toni Iommi, Jimmy Page, Jeff Beck y también mencioné guitarristas como Dave Murray, Ace Frehley, K. K. Downing, Kirk Hammet, Marty Friedman, Paul Gilbert y otros metaleros haciéndole notar que todos ellos tenían un principio básico que era integrar sus guitarras a las canciones que tocaban y no las canciones que tocaban a sus guitarras y que era evidente que todos ellos trabajaban en equipo con el resto de músicos en las bandas con las que tocaban. El virtuoso aquel podría haber impresionado a una bola de mocosos aspirantes pero jamás podrá cautivar a un público y eso se lo dejé bien claro al amigo que tanto defendía a aquel semi-dios guitarrero. También le mostré parte del trabajo de Steve Vai y Joe Satriani en el que es notorio que ambos le dan a su banda la importancia necesaria para hacer de ello un trabajo profesional y que si bien ellos son guitarristas espectaculares también aplicaban ese virtuosismo para que su música sonara sinfónica y no para crear un show de tributo al ego, como era el caso del virtuoso local.

Como mi amigo, el defensor del virtuoso, también es guitarrista y hasta toca música clásica le sugerí que intentara escucharse a sí mismo y que aplicara mucho de lo aprendido a sus improvisaciones y solos de guitarra cosa que comenzó a hacer hace poco y ha comenzado a sentirse bien consigo mismo. Él es un buen guitarrista y también es muy disciplinado por lo que me alegré de haberlo sacado de su error de venerar a un buen manejador de trucos mas que a un guitarrista serio porque, por muy rocanrolero que seas, la música debe tomarse en serio.

Es cuanto

Messy Blues

Wednesday, June 25, 2025

Ejercicios para guitarra.

Para tocar la guitarra, una dieta balanceada de ejercicios Hay solamente seis cuerdas, pero una gran variedad de cosas para practicar. Para salir de la rutina de los tres acordes y las mismas escalas una y otra vez se requiere esfuerzo… pero tampoco es para tanto

Tener una rutina variada para que la práctica diaria no sea tediosa es esencial si se quiere ser un guitarrista versátil. Si sólo se practican dos o tres cosas, seguramente seremos muy buenos en ciertas áreas pero todo lo buenos que seamos allí se descompensará con nuestras fallas en lo que dejamos de ejercitar.

En esta nota intentaremos sentar las bases para aprender a crear una rutina variada y adaptada a las necesidades de cada guitarrista. De este modo, nosotros mismos iremos viendo hasta dónde podemos tocar y qué conviene practicar más para lograrlo.

Generalmente, lo que se puede ejercitar se categoriza en siete áreas:

* Técnica

* Repertorio (temas propios o versiones de temas ajenos)

* Composición

* Improvisación

* Audioperceptiva

* Teoría musical

* Lectura (partitura o tablatura)

Todo lo que practiquemos se enmarcará en una o varias de estas áreas. Por ejemplo, si estamos intentando aprender un cover (tema de un intérprete conocido) escuchándolo de un CD y transcribiéndolo, básicamente se estará ejercitando técnica, repertorio y audioperceptiva al mismo tiempo. Además, al escribir la canción en el momento de transcribirla, estamos sentando las bases para ejercitar más adelante nuestras nociones de lectura.

Pero la pregunta que debemos hacernos siempre es la siguiente: ¿es necesario practicar con la misma intensidad en las siete áreas? Esto es uno que cada uno deberá evaluar durante las distintas etapas del aprendizaje o el ejercicio en el instrumento, teniendo también en cuenta qué se quiere lograr mediante la práctica.

Por ejemplo, si uno desea ser un guitarrista clásico sobresaliente, no tendrá sentido practicar improvisación durante largas horas, que serán más útiles dedicadas a la lectura musical o la técnica. Repito: todo depende de cuáles sean nuestros objetivos, que son los que determinarán en última instancia el ordenamiento, las prioridades y la intensidad de nuestra práctica de instrumento.

A continuación, algunos ejercicios:

Ejercicio uno:

Empezamos con un ejercicio mental. ¿Qué tipo de guitarrista deseamos ser dentro de diez años? Una vez que tengamos esta imagen claramente definida en la cabeza, empezar a pensar ejercicios específicos que ayuden a que esta imagen proyectada se vaya convirtiendo lentamente en realidad. Escribir todos los ejercicios que se nos ocurran, por más pequeños o disparatados que nos parezcan a primera vista.

Ejercicio dos:

Al lado de cada ejercicio pensado en el ejemplo anterior, escribir una categoría. Por ejemplo si se escribió; debo aprender a tocar más rápido, escribe un ejercicio de técnica a continuación. Si se piensa en un objetivo que quepa dentro de más de una categoría, escribir todas las que puedan relacionarse con él.

Ejercicio tres:

Mirando las respuestas de los dos ejercicios anteriores, prioriza las categorías que te interesen más, teniendo en cuenta el objetivo final. Por ejemplo, si se piensa que la técnica es lo que más debemos ejercitar, coloca el número 1 al lado para resaltar su importancia.

A continuación, un ejemplo gráfico de cómo funcionaría esto:

Área de prioridad (1-7, siendo 1 la más alta)

Técnica 1

Repertorio 3

Composición 6

Improvisación 4

Audioperceptiva 2

Teoría musical 5

Lectura 7

Lo importante a tener en cuenta es que, luego de la categorización, tenemos que dedicarle más tiempo a lo que hayamos colocado más alto en la lista de prioridades. Pese a ser algo obvio, mucha gente no lo hace si no lo tiene presente constantemente y con el suficiente énfasis (si es por escrito, mejor).

Ejercicio cuatro:

Programar cuánto tiempo por día se dedicará a cada categoría. Escribirlo al lado de cada una de las categorías. Por ejemplo:

Tiempo invertido diariamente en cada área

Técnica 1 3 horas

Repertorio 3 1 ½ horas

Composición 6 45 minutos

Improvisación 4 1 hora

Audioperceptiva 2 2 horas

Teoría musical 5 45 minutos

Lectura 7 30 minutos

El próximo paso es pensar en un ejercicio específico para cada área. Y escribirlo, por supuesto.

Una manera de expresarlo sería de este modo:

Técnica: 10 minutos por día dedicados a ejercicios con púa alternada. Empezar con velocidades no superiores a las 80 negras por minuto e ir incrementando de a 4 por día. No buscar la velocidad por la velocidad misma: practicar hasta el punto donde cada nota pueda distinguirse perfectamente.

Audioperceptiva: 10 minutos por día serán utilizados en practicar ejercicios de audioperceptiva sobre la pentatónica de LA mayor.

La idea es tener por lo menos un ejercicio específico por área para poder empezar. Si se tiene mucho tiempo para practicar (más de tres horas por día), se tendrá que pensar en más de un ejercicio por área para no aburrirse. Este método sirve y vale la pena probarlo. Y no para quedarse en el mero método, sino para irlo enriqueciendo y agregándole variantes. Los resultados no tardarán en llegar.

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La Guitarra Tomada en Serio

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